La fiesta “pagana” no va y Lázaro sigue perdiendo simpatizantes
EDITORIAL »
Baranoa HoyQuién diría que, alrededor de un año y medio después de la posesión de Lázaro Escalante Estrada como alcalde del municipio de Baranoa, el pueblo que alguna vez lo apoyó esté retractándose de tal decisión por las innumerables situaciones infortunadas que ha evidenciado Baranoa durante su administración.
El mandatario de turno, a pesar de las múltiples estrategias comunicativas que utiliza para ganar la confianza de las personas, pareciera que ya no le estuviera funcionando al cien. Justamente ayer en horas de la mañana, en un concejo de seguridad realizado en la sede de la Alcaldía, se planteó la idea –que a simple vista parece que será un decreto inminente– de la prohibición de espectáculos musicales al término de las fiestas patronales de Santa Ana.
Esta decisión, que no es para nada un precedente en el municipio siendo que el año pasado tampoco se presenció dicho evento, tiene molestos a la mayoría de habitantes, o al menos así lo han hecho saber nuestros lectores en los comentarios. Esto debido a que cada año las fiestas reúnen miles de personas, entre nativos y foráneos, que se pasan por el Corazón Alegre del Atlántico a disfrutar de bazares exquisitos y conciertos orquestados por la Administración, eventos que contribuían a pequeñas economías del municipio. Pero eso ha quedado en el pasado.
Las excusas que ha dado hasta ahora la oficina de Escalante han sido que se estudia la propuesta debido a una sugerencia de la Parroquia Santa Ana a raíz del “deterioro que presenta la cúpula del templo a causa de la humedad”, así lo registró Baranoa Hoy en uno de sus artículos publicado el día de ayer.
Alcalde, no puede pretender que con suprimir una tradición que no ha estado ahí desde hace dos años atrás, sino que data de hace varias décadas, la gente esté contenta, no firme formatos de revocatoria y no quiera ir a las urnas a votar “emberracada” por un ‘Sí’ para hacerlo salir de la “Oficina Oval” de Baranoa.
Y sí, los riesgos de estas fiestas en Baranoa se han ido incrementando a raíz de la masiva confluencia de personal foráneo, desconocido, delincuentes, malhechores que sólo se quieren “cargar” la fiesta, pero para eso fue el concejo de seguridad, ¿no?, para establecer las medidas con las que la Fuerza Pública actúe de manera eficaz para prevenir hechos lamentables durante las fiestas de Santa Ana.
Ahora bien, cuando se acostumbra a una masa popular a un espectáculo de “pan y circo”, como en la antigua Roma, y se les prive de ello de un momento a otro, no espere que la favorabilidad de su gestión suba, porque evidentemente no será así. Y más cuando es un espectáculo que combina dos: uno religioso (eucaristía, procesión) y “uno pagano” (concierto), como lo llamó alguien en Facebook, porque al beneficiar a los primeros, los que asisten al segundo se quedan sin lugar donde ir durante las festividades.
Por otro lado, es también cuestionable la realización del concierto en cierta medida debido al respeto por la decisión del párroco de proteger la edificación del templo, puesto que como es tradición, el escenario y la fiesta póstuma toma lugar justo detrás de la parroquia Santa Ana.
Entonces, para tener contento a ambos bandos en Baranoa, los que defienden el acervo cultural de las fiestas de Santa Ana y los que pretenden conservar el rigor religioso, ¿por qué no trasladar la fiesta “pagana” a otro lugar donde no se afecte el templo? No se puede, he ahí el problema: el municipio aún no cuenta con una plaza o lugar abierto en el casco urbano para realizar esta clase de eventos. Y ya que el SGR habilitó a la Administración para hacer nuevas gestiones, esa no sería una mala idea.
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