'Tu día’ contra ‘sus segundos’

En un país en el que las oportunidades son cada vez más escasas y esquivas, somos pocos los que gozamos del privilegio y la bendición de Dios de ganarnos nuestro sustento retribuyéndolo con trabajo y sacrificio. El hecho de madrugar un poco más respecto a los demás para transportarte a la ciudad es una hazaña de la cual ya muchos estamos acostumbrados, aunque sea tedioso y aburridamente monótono pero primero las responsabilidades. Unos ganarán un poco más que otros, y otros un poco menos pero algo se gana, aunque más sea lo que tardemos en planificar cómo distribuir el salario. Y llego a un punto importante: sudor, sacrificio y muy por allá: cinismo.

La fe en la humanidad se pierde cuando otros ganan con los sacrificios ajenos. Cuando un malnacido atracador se monta en el transporte público a intimidarte con un arma para que le entregues lo producido en el día en solo unos segundos, eventualmente sientes ira y deseos que le vaya mal el resto de su vida. Hasta gozamos cuando los linchan en videos que vuelven virales a través de las redes. No tienen ni una sola fibra sensible que les permita procesar en su mente cuántas cuentas en papel desacomodan, cuántos hijos se dejan de alimentar, cuántas deudas envían a la pila, cuántos transportes se dejarían de pagar, cuántos alimentos se dejan de comprar. Sé que debemos amar al prójimo con sus diferencias pero este tipo de sujetos merecen el odio y la propia justicia de las personas. Si quieren saber qué se siente tener dinero en el bolsillo, que vayan a guerreársela, que el mundo es para verracos, pero respeten lo que con sacrificio muchos conseguimos. Respeten, no sean tan cínicos, ni descarados, ni desalmados.

Allí no para todo. Sé lo difícil que es conseguir un transporte público de retorno a nuestro pueblo, pero deben existir medidas que permitan controlar el tipo de servicio que nos ofrece la empresa Cootransguájaro. Es inconcebible que con todos los casos que se han venido denunciando públicamente se expongan ellos mismos y a nosotros como usuarios a los peligros de estos bandidos y malhechores. Si el precio es carnetizarnos o restringir el acceso al servicio pues que se haga, pero no asuman la vida como un juego de ajedrez. Las políticas públicas deben apuntar hacia todos los aspectos de nuestra esfera social y el transporte público es uno de ellos. Podemos crear mesas de concertación, concejos de seguridad, crear una alternativa no tan costosa que nos permita viajar con la seguridad que llegaremos bien.

El aspecto a tenerse en cuenta es la convivencia ciudadana, donde no sume el numero de piernas en los pasillos de buses sino el numero de traseros sentados que llegarán seguros a casas, con los bolsillos intactos. Pero no, no hay quien regule los atropellos de Cootransguájaro. Se aprovechan de nuestra necesidad y como parece no haber más opción estamos sometidos al yugo del consumismo.

Escribo estas líneas con profunda tristeza. primero, porque por unos pesos de más perdemos todos mucho más; y segundo, porque existen personas de nulo espíritu de ganar su sustento a punta del sacrificio de nosotros los pobres.

Reflexionen ladrones, la justicia de Dios no tarda. Y ustedes, sí, las empresas de transporte, paren ya, suficientes casos para seguir arriesgándose por unos billetes de más.